06.12.2010
Día de la Constitución en algún lugar del mapa, o un lunes normal y corriente aquí, en Nottingham. Sigue amaneciendo blanco, aunque menos, porque hace un par de días que no nieva, aunque los copos de la pasada semana se muestran reticentes a desaparecer en una semana que podría ser... que será definitiva para muchas cosas, y no porque tenga que venir el fontanero a arreglar las tuberías, ni porque haga menos frío, ni porque trabaje un lunes en lugar de hacerlo un miércoles. Esta semana es definitiva. Quiero que lo sea. Me supera la incertidumbre, por mucho que en el fondo tenga certeza de cómo van a transcurrir las cosas. Hoy es día de puertas abiertas en el Congreso de los Diputados, ¿no es curioso? Precisamente el martes pasado, hace tan sólo 6 días, estuve allí mismo, superándome a mí misma quizás más que nunca, delante de una Ana Pastor seria pero amigable a la vez, sobre mi futuro en los próximos 12 meses. Y es que eso es mucho tiempo, es mucho futuro, son muchos planes, cambios, imprevistos, rupturas... Ni siquiera me he preguntado a mí misma si estaría preparada, si es lo que realmente quiero, porque creo que tampoco estoy segura de la respuesta. La suerte está echada, anyway, y es mucho lo que me queda por vivir en este país. Mucho. Ni más ni menos de lo que podría vivir durante 12 meses en el Congreso, pero es mucho. Me pesaría renunciar, decir adiós a Nottingham... es por eso por lo que tengo la certeza de que el movil, aquél que me robaron o perdí en algún punto de la estación de Luton, no sonará el jueves y mis sueños ingleses seguirán adelante tal y como estaba previsto. Sin interrupciones.
"Y será lo que quiera que tenga que ser,
y será lo que quiero.
Que nunca dije nunca
y vuelven a crecer palomas del sombrero..."
