haciendo Historia

22.05.2011

En España se está viviendo un momento que seguramente haga Historia. Sí, de la misma forma que lo podíamos leer en los libros de texto durante los años de colegio, los españoles se han levantado, se han puesto en pie y han abarrotado las calles y plazas ya no sólo de las ciudades españolas, sino de todo el mundo, y cuando digo todo el mundo, es todo el mundo, para protestar por un millón de cosas. Ha sido el resultado, la explosión de los que ya no pueden más, que no podemos más. La impotencia de lo insostenible, de un mundo injusto, corrupto, de una economía que no medra y de generaciones enteras sin ocupación alguna más allá de la de desesperarse por lo injusto de la situación que nos está tocando vivir. Ayer, anteayer, hoy, mañana, pasado... me habría gustado estar allí, en la Puerta del Sol de Madrid, protestando pacíficamente como cada uno de los que llevan tantas noches como días ha tenido esta última semana durmiendo a la intemperie, con ganas de luchar, porque por primera vez en España, a los españoles nos ha unido la esperanza de un cambio. Yo soy una de las muchas jóvenes que, tal y como tuvieron que hacer otras generaciones en muchas de nuestras familias, abandonaron España por un tiempo en busca de algo mejor. Ahora, cuando pienso en mi vuelta a casa, donde pertenezco, aprieto fuerte los dientes sólo de pensar lo que me espera allí. Es entonces cuando me repito a mí misma que salí de allí con fuerzas de luchar, y volveré con las mismas fuerzas para empezar de cero. No vale rendirse. Me he prohibido tirar la toalla.

one year in the UK

10.05.2011

10 de mayo de 2010... Veníamos para 6 meses, y aquí seguimos. Atrás quedaron aquellas entradas de blog cargadas de irónica fatalidad sobre nuestro día a día en cierto hotel de Stamford, los dolores de pies que llegaban al alma, nuestras andaduras por tan pequeño pueblo, los personajes con que nos encontramos al principio de nuestra caótica estancia. Y es que ha llovido mucho desde entonces, ¡es Inglaterra!, cómo no iba a llover... Por caer, ha caído hasta nieve en estos 12 meses. Han caído también dificultades, muchas, imprevistos, mudanzas, trabajos y abandonos, escasez, frío, noches a horas vespertinas, cansancio, luchas de idioma, pero sobre todo, si de algo nos hemos llenado los bolsillos durante estos meses, ha sido de retos y superación. Y no hay mayor satisfacción que la de hoy, cuando miro atrás y veo que mis pies han cruzado mucho más distancia que los kilómetros del avión que me trajo aquí. Y porque cuando las fuerzas han fallado, he tenido donde cogerme. Porque esta aventura, sola, no habría sido lo mismo. Por eso gracias, gracias y más gracias a ti, compañera.

¡Felicidades!