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6.3.2011
Gorgeous.
Prächtig.
A partir de hoy me considero una enamorada de las escapadas de fin de semana. Era un viaje, escapada, o, tal vez huida, por qué no, en parte necesitada, por eso de desconectar. ¿Desconectar de qué? De un millón de cosas. Todo, al fin y al cabo, acaba cruzando el charco que separa este islote de nuestra península. Ha hecho frío, mucho frío, pero sol. Ya me pareció una ciudad preciosa la primera vez, aunque no sé si tanto como ésta. La conclusión es que dos veces no me han bastado, quiero volver. La catedral, la mujer del acordeón, los puentes, la isla de los museos, la universidad, los buzones amarillos, lo imposible del idioma, mi nueva cámara de fotos, los horarios rodados, el monumento a los judíos, el Reichstag, el no bunker, la puerta de Brandenburgo, Potsdamer Platz, Friedrichtrasse, sushi en un vietnamita, el codillo de cerdo, las salchichas, los cafés, bufanda-gorro-guantes, el muro como mayor galería de arte delmundo al aire libre, las dos líneas de adoquines, fotos, fotos y más fotos...
Gorgeous.
Prächtig.
6 de marzo de 2011, 20:04
La verdad es que me ha impresionado un montón. Es una ciudad preciosa a pesar de lo gris, tranquila a pesar de su grandeza, fría a la par que encantadora. Se respira mucha historia. Y el muro, sin palabras.
Un besito Berlinés!
6 de marzo de 2011, 20:42
Pues quiero ver esas fotos Bea!!!
Me alegra saber que lo habéis pasado bien!!
UN BESO GRANDE!