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02.06.2011
Decidí dar un paso supuestamente hacia delante y el día está cada vez más cerca en el calendario. Es entonces cuando lo pienso y me invade la pena. No me basta tener la certeza de que he aprovechado cada microsegundo de mi estancia en este país que me ha desesperado tanto unas veces, que me ha aportado la esencia de todo otras. Es la sensación de mirar a los ojos y mecer en la duda de que una perfección tan pura sólo puede ser fruto de un sueño. Es una invasión tan fuerte de felicidad que crees no merecerla. Afortunadamente, me ha tocado ser feliz. Y me duele dejar este lugar porque aquí, lejos de todo y de todos, he sido, soy, la persona más feliz del mundo. No quiero un punto final, quiero un punto seguido. He prometido que nada va a cambiar. Y cumplo siempre lo que digo.
13 de junio de 2011, 13:22
No me quiero ir, Beaa :(
Quedémonos!