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18.05.2010
Son casi las 6 de la tarde y sigue luciendo el sol. Hoy ha sido nuestro segundo día libre consecutivo, qué lujazo! Ayer, aunque un poco justas de tiempo, decidimos ir a Peterborough, el pueblo más cercano, por visitar otro sitio, por coger un tren, por hacer algo distinto. En definitiva, por tener la sensación de estar aprovechando la tarde de nuestro lunes off. A punto estuvimos de comprar un maletín para llevar hoy nuestro laptop a la biblioteca, aunque menos mal que antes de pagar nos dimos cuenta que se trataba de una bolsa nevera. Gajes del oficio! En el tren de las 18.52, de vuelta a Stamford, el hombre que se sentaba enfrente de mí iba maquinando algo en su mini Toshiba a la vez que sacaba pausadamente de una bolsa de plástico hojas de lechuga y rodajas de pepino. A palo seco, sí. Era su cena. Nada que ver con nuestra comida en el Ask: garlic bread with cheese, gnochi, risotto with frutti di mare y un buen postre como derroche de nuestra primera comida en condiciones fuera de las paredes del George. Nada más apropiado para unos minutos antes de proceder a nuestro reconocimiento médico. Total, sólo les preocupaba si éramos alcohólicas (como todo buen inglés) o epilépticas. Hoy una de las cosas más interesantes que nos ha pasado ha sido que hemos encontrado medias baratas!!! Hay que ver con qué poco se conforma una... El otro día con un muslo de pollo, hoy con dos pares de medias. Había que celebrarlo, por lo que nos hemos permitido tomarnos un capuccino (que en España sería un repugnante café de máquina de 30 céntimos) y un delicioso pastel. ¡Era la hora del te! Había que probar la carrot cake, que no ha decepcionado del todo. Todos los días viendo cómo otros se ponen las botas con los pasteles en la tea room y hoy afortunadamente hemos sido nosotras las comensales. Nada mejor que concluir la tarde con un paseo por los meadows, después de haber agotado casi de forma definitiva las posibilidades de que nuestra manager nos baje el número de horas al día as a waitress. De todas formas, yo me he comprado una mochila, que espero que se me quede pequeña a la hora de meter en ella todas las cosas buenas que me voy a llevar de este, por ahora, peculiar lugar. Hoy me quedo con la imagen de una niña que hacía volteretas por los meadows mientras su padre le miraba sonriente. Imposible era no sonreír también nosotras. Sí, hoy ha sido un buen día. Piso, luego existo.
18 de mayo de 2010, 19:42
Ayy tía, que tenemos medias! menos mal! yo ya me veía con las medias rotas creando tendencia...porque lo que hay que ver en estas tierras!! Me quedo con mi tarta toffee crunch! jaa! mua muaaa
18 de mayo de 2010, 21:15
Bueno, bueno... esto ya va mejorando. Este ha sido un post mucho más post-ivo (un humor casi inglés)...
Asi que imposible que vuestra jefecilla os baje el número de horas eh???... Si queréis la mando un pescado muerto a su puerta coo amenaza, auqnue viendo la cena del hombre del tren quizas la mujer se lo tome como todo un manjar culinario!!!
Besos a las dos!
P.D. Me encantó vuestra habitación, en especial esa mensa-escritorio-tabla de planchar-cómoda, IKEA a vuestro aldo es un libro en blanco!!!!